Extracción


Con frecuencia se debe extraer un diente para conservar la salud de su boca y el resto de los dientes. Mediante el uso de técnicas odontológicas modernas, el procedimiento será eficaz y no le causará molestia.






Cuando se debe extraer un diente?

Por lo general, recomendamos tratamientos para salvar el diente, pero si un diente está muy dañado y no puede salvarse, la extracción es la mejor opción. La extracción puede ser la mejor opción para:

Dientes fracturados por debajo de la línea de las encías

Cuando se fractura la raíz de un diente y no puede salvarse, extraerlo puede ser la mejor opción para aliviar el dolor y evitar la infección.

Algunos dientes fracturados no pueden salvarse

Muchos dientes con fisuras pueden tratarse con éxito mediante un tratamiento de conducto y una corona, en particular, cuando las fisuras se encuentran únicamente por encima de la línea de las encías. Sin embargo, es posible que estos tratamientos no salven el diente cuando la fractura se extendió hacia la raíz.

Diagnóstico y tratamiento

Es posible que sospeche que tiene un diente fracturado porque el diente está sensible al calor o frío y siente un dolor agudo al masticar.

A fin de determinar si una extracción es adecuada para su situación, realizaremos un examen completo que incluye por lo general radiografías. Sin embargo, es posible que las radiografías no muestren la fisura, por lo que podemos analizar su mordida para aislar el problema o examinar sus encías para detectar signos de fractura.

Es importante extraer el diente que no puede salvarse tan pronto como sea posible para evitar el dolor y la infección en el diente y hueso de la mandíbula. Mediante el uso de técnicas odontológicas modernas, el procedimiento no será molesto para usted. En muchos casos, también recomendamos reemplazar un diente extraído para conservar el hueso de la mandíbula y estabilizar su mordida, por lo que conversaremos con usted sobre las opciones de reemplazo

Dientes gravemente cariados

Cuando la caries han afectado gravemente a un diente y no puede salvarse, el mejor tratamiento es en ciertas ocasiones extraerlo para aliviar el dolor y evitar la propagación de la infección.

La mayoría de los dientes cariados pueden salvarse

La mayoría de los dientes cariados pueden tratarse con éxito con una obturación o corona. Pero estos tratamientos funcionan sólo si hay suficiente estructura de diente saludable sobre el hueso de la mandíbula para que sirva como apoyo de la restauración.

Por ejemplo: con frecuencia se utiliza una corona para cubrir, proteger y restaurar un diente que ha sido dañado por una caries. La corona se sujeta o une a la parte del diente que se encuentra sobre el hueso, por lo que una cantidad suficiente de estructura dental debe permanecer para sujetar la corona en forma segura.

Algunos dientes no pueden salvarse


Si la caries ha dañado gravemente gran parte de su diente, no hay suficiente estructura dental saludable para sujetar una restauración. En este caso, es posible que la única opción sea extraer lo que queda del diente.

Diagnóstico y tratamiento

A fin de determinar si una extracción es adecuada para su situación, le realizaremos un examen completo que incluye por lo general radiografías.

Si el diente no puede salvarse, es importante extraerlo tan pronto como sea posible para evitar que la infección se extienda hacia el diente y el hueso de la mandíbula. Mediante el uso de técnicas odontológicas modernas, el procedimiento no será molesto para usted. En muchos casos, también recomendamos reemplazar un diente extraído para conservar el hueso de la mandíbula y estabilizar su mordida, por lo que conversaremos con usted sobre las opciones de reemplazo.

Enfermedad periodontal avanzada

Cuando se ha perdido demasiado hueso que rodea un diente debido a una enfermedad periodontal severa (que también se llama periodontitis), el mejor tratamiento es con frecuencia la extracción del diente para mantener la salud de su boca.

La enfermedad periodontal causa la pérdida de hueso

La altura y forma del hueso de la mandíbula mantienen los dientes en su lugar, pero cuando los dientes y las encías se encuentran infectados con las bacterias que causan la enfermedad periodontal, el proceso de la enfermedad comienza a destruir el hueso que rodea a los dientes.